Ya adelanté la promesa de una serie de entradas sobre ese primer disco de Black Sabbath de 1970, de modo que aquí tenéis la segunda entrega (revisited). Comenzamos hablando del origen de su título, que coincidía con el nombre del grupo, y en este segundo capítulo daremos algunos datos sobre la primera gira importante del grupo ese mismo año. Os dejo también con ese vídeo impagable de los conciertos completos grabados ese año en el Teatro Olimpia de París, donde actuaron en dos ocasiones: el 20 de septiembre y el 19 de diciembre (auténticas reliquias de coleccionista).
El éxito del primer disco de Black Sabbath (editado en febrero), llevó al grupo a recluirse de nuevo en el estudio para grabar lo que sería el segundo LP, el titulado Paranoid. Este se publicó vertiginosamente el 18 de septiembre de ese mismo año y pronto alcanzaría el número 1 en el Reino Unido (ya unos días antes había comenzado la gira oficial del mismo, tour que incluía necesariamente temas del primero). Aquel primer disco, el Black Sabbath, también tuvo su gira propia. La banda había entrado el 12 de octubre de 1969 en el estudio para grabarlo y en dos días estuvo listo: ¡grabado en vivo y no por pistas! No obstante, no saldría al mercado (a través de Fontana Records, dependiente de Philips Records; posteriormente por Vertigo Records) hasta el 13 de febrero del año siguiente, como ya dijimos, en medio de la gira promocional del mismo (iniciada el día 5 de ese mes), una vez que se puso en el mercado el single "Evil Woman" el día 9. No me extenderé en ello pues todos los datos podéis consultarlos en este completísimo enlace perteneciente a su página oficial.
Fueron decenas de conciertos por Europa y Estados Unidos con un tremendo éxito, una gira que finalizaría el 31 de agosto empalmando con la del Paranoid. Antes de acabar esta, el 5 de febrero de 1971 ya entraban de nuevo en estudio para comenzar con los trabajos del Master of Reality (finalizado el 5 de abril). Es inconcebible cómo podían componer al mismo tiempo que realizaban una gira trepidante que no había dado respiro a sus componentes. Os dejo con esas grabaciones históricas prometidas. Disfrutad, mortales. Ya en ellas aparece ese Tony Iommi con sus dos prótesis características en las puntas de sus dedos segadas, que, según algunos, dieron a Black Sabbath su pesado y peculiar sonido.
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Ángel Carrasco Sotos (ACS)
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